No estoy conforme con mi físico, hay zonas de mi cuerpo que las podría mejorar haciendo ejercicio, pero no siempre tengo ganas de seguir una rutina. Por ello aprendí a convivir con mis defectos para hacer la vida más llevadera y menos angustiosa y aceptarme tal cual soy y no tener que mirarme al espejo con desprecio y repugnancia.